"Este Adviento está siendo esa brújula interior que me reorienta hacia casa, ese lugar de kairós, ese espacio-tiempo de Dios. Volver a casa es estar en contacto con tus raíces profundas, más allá de tu apellido y lugar de origen. Son las raíces de Dios mismo en ti. Volver para nutrirlas y cuidarlas, porque en esta casa soy libre, feliz y estoy cómoda en todas las dimensiones de la vida: física, intelectual y espiritualmente", escribe la Hna. Magda Bennásar.