La teóloga Consuelo Vélez nos invita, en su reflexión sobre la parábola del hijo pródigo, a dejar de ser los que excluyen —como el hijo mayor y los fariseos— para abrazar el amor misericordioso del Dios Madre que celebra cada regreso. "Urgen hijos, hermanos, padres, madres, familias que desde el amor infinito de nuestro Dios acojan, una y otra vez, a todos los que lo necesiten”, escribe en su comentario al Evangelio del cuarto domingo de Cuaresma para la serie Al partir el pan.