Una hermana samaritana de los sacerdotes ancianos, enfermos y jubilados

La Hna. Natalia Vázquez, de la congregación Instituto Mater Dei, asume en Canadá nuevo carisma como Misionera de Betania

La Hna. Natalia Vázquez visita al padre Gérald Quintal en el Hospital General Judío de Montreal en noviembre de 2023. (Foto: cortesía de Natalia Vázquez)

La Hna. Natalia Vázquez visita al padre Gérald Quintal en el Hospital General Judío de Montreal en noviembre de 2023. (Foto: cortesía de Natalia Vázquez)

Joanna Kozakiewicz

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Traducido por Magda Bennásar

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En enero de 2023, la hermana Natalia Vázquez hizo un cartel para reunir voluntarios que le ayudaran en su proyecto de acompañamiento de sacerdotes jubilados, enfermos y ancianos de la arquidiócesis de Montreal. Sin embargo, no esperaba que 40 personas se apuntaran de inmediato.

"Pensé que al principio se apuntarían unas siete u ocho personas. Cuando empecé a explorar este territorio, vi que Dios llamaba a cada voluntario a formar parte también de esta misión", dijo Vázquez a Global Sisters Report. 

Originaria de Argentina, Vázquez fue destinada en julio de 2012 a la diócesis de Saint-Jérôme (Canadá) por sus superioras de la congregación Mater Dei, cuyo objetivo principal es llevar una vida de oración, fe y educación para jóvenes y adultos. 

Sin embargo, la religiosa se sintió llamada en una nueva dirección. Con un permiso especial de su madre superiora y del arzobispo de Montreal, desde julio de 2023 sirve ad experimentum, o temporalmente, como Misionera de Betania, en un nuevo carisma que le permite "apoyar a la persona del sacerdote, en sus necesidades humanas y espirituales", dijo. 

El objetivo del ministerio de Vázquez es acompañar a los sacerdotes de la arquidiócesis de Montreal para que puedan vivir plenamente su vocación  al servicio de Cristo y de la Iglesia.

Entre 2013 y 2018, Vázquez adquirió experiencia trabajando como coordinadora y agente de pastoral en la parroquia de San Pedro de la diócesis de Saint-Jérôme. Entre 2016 y 2020, se encargó de la pastoral de la tercera edad y de los ministros extraordinarios de la Eucaristía, así como de dirigir las peregrinaciones de renovación espiritual de la Unidad Pastoral de Saint-Jérôme, que está compuesta por las parroquias de San Pedro, San Antonio y San Jerónimo. 

La Hna. Natalia Vázquez, de Mater Dei, en las oficinas de la Arquidiócesis de Montreal. (Foto: Joanna Kozakiewicz)

La Hna. Natalia Vázquez, de Mater Dei, en las oficinas de la Arquidiócesis de Montreal. (Foto: Joanna Kozakiewicz)

En 2017 obtiene el título de profesora de Ciencias Sagradas del Instituto Mater Dei, formación filosófica y teológica específica de la comunidad que debe realizar toda hermana que ingresa en ella. En 2021 obtuvo un máster en Teología de Atención Pastoral en el Instituto de Formación Teológica de Montreal.

Su visión de la atención pastoral de los sacerdotes diocesanos de Quebec fue su punto de mira al final del máster. 

"Cuando hice mi maestría sobre este tema, observé que si el sacerdote está desanimado, hay un impacto directo en su ministerio", dijo Vázquez. "Pero si está bien, confraterniza con otros sacerdotes y asiste a retiros espirituales; y está mucho más contento y en mejores condiciones para sus homilías y confesiones. Estará disponible y cerca de su gente. Siento la llamada a ayudar a los sacerdotes para que su comunidad también se beneficie", apuntó.

Vázquez explicó además cómo las necesidades humanas y espirituales de los sacerdotes están entrelazadas. Descuidar una u otra repercute directamente en el ministerio de los sacerdotes, algo que la hermana observó al escribir su tesis final. 

La religiosa añadió que una simple visita amistosa al sacerdote puede repercutir en su salud espiritual y que hay una gran necesidad de acompañamiento. Muchos sacerdotes están solos, sin familia y sufren en silencio, sobre todo cuando se enferman, pero el ministerio de Vázquez les anima en su caminar pastoral.

Ese sufrimiento en silencio fue aún más evidente para Vázquez durante la pandemia de COVID-19. Ella, junto con otra hermana de la comunidad Mater Dei, vivió en la Residencia de La Salle en Sainte-Dorothée (Hermanos de las Escuelas Cristianas) durante 50 días para acompañar a los hermanos y sacerdotes allí enfermos de COVID-19. Para Váquez fue una experiencia inolvidable, que sin duda marcó su vocación.

El ministerio comenzó oficialmente a tiempo parcial, tres días a la semana, en diciembre de 2022, trabajando con sacerdotes jubilados y mayores. El proyecto tuvo éxito y Vázquez empezó a trabajar a tiempo completo en septiembre de 2023 como coordinadora del acompañamiento humano y espiritual de los sacerdotes de la arqudiócesis de Montreal.

El 31 de octubre de 2023, el director de la Oficina de Personal Pastoral de la arquidiócesis de Montreal, el padre François Charette, anunció oficialmente el nuevo ministerio de Vázquez como "coordinadora del acompañamiento humano y espiritual de los sacerdotes". El mismo día, dos vídeos de YouTube en francés y español en el canal de la arquidiócesis anunciaron su iniciativa.

"Ahora somos la diócesis con más sacerdotes de Canadá. Muchos de ellos son frágiles y ancianos. Algunos viven en residencias de ancianos, pero otros viven en apartamentos privados", declaró Charette a GSR.

"Enseguida me di cuenta de que sería prácticamente imposible conocer la situación de todos y atenderlos de verdad porque son muchos. Lo que aporta la hermana Natalia es esa atención personalizada a cada uno, especialmente a los que tienen necesidades más específicas por enfermedad o edad avanzada", añadió el padre Charett.

Según Vázquez, la diócesis cuenta con casi 800 sacerdotes, de los cuales unos 150 están jubilados o enfermos.

La hermana desarrolla diversas iniciativas en favor del bienestar de los sacerdotes. Trabaja en colaboración con Charette, un grupo de 40 voluntarios, y con los propios sacerdotes para organizar retiros de sanación, actividades de formación, tiempo libre y fraternidad entre presbíteros.

La hermana Natalia Vázquez, de Mater Dei, se une a los sacerdotes mayores durante el almuerzo en la residencia Angus en Montreal. (Foto: cortesía de Natalia Vázquez)

La hermana Natalia Vázquez, de Mater Dei, se une a los sacerdotes mayores durante el almuerzo en la residencia Angus en Montreal. (Foto: cortesía de Natalia Vázquez)

Vázquez visita a menudo una residencia privada de ancianos llamada Angus, donde residen monjas, sacerdotes y laicos. Se asegura de que los sacerdotes sean visitados cuando están hospitalizados y de que tengan una cruz junto a la cama y puedan comulgar.

El ministerio de Vázquez es personalizado y se centra en las necesidades individuales del sacerdote, y para ella representa el aspecto maternal de la Iglesia.

"Mi vocación es apoyar a la persona del sacerdote, más que al ministerio del sacerdote", dijo Vázquez y agregó: "Hay comunidades religiosas que se dedican a apoyar al sacerdote en su ministerio, por ejemplo ocupándose de la catequesis o del coro. Sin embargo, yo me ocupo de la persona". 

En noviembre de 2023, Vázquez se hizo cargo del padre Gérald Quintal, un sacerdote jubilado de 91 años que estaba hospitalizado en el Hospital General Judío. Con la ayuda de la hermana, el sacerdote recibió cuidados cuando estaba enfermo y acabó trasladándose de su apartamento en el centro de Montreal a la residencia Angus. 

"Ya no puedo hacer mucho, aparte de visitas privadas", dijo Quintal a GSR. "No puedo presidir bautizos, matrimonios ni funerales", añadió. 

La Hna. Natalia Vázquez ayuda al padre Gérald Quintal a mudarse de su apartamento a la residencia Angus en Montreal. (Foto: cortesía de Natalia Vázquez)

La Hna. Natalia Vázquez ayuda al padre Gérald Quintal a mudarse de su apartamento a la residencia Angus en Montreal. (Foto: cortesía de Natalia Vázquez)

El padre Quintal agradece la disponibilidad de Vázquez para los necesitados. "La hermana Natalia visita aquí a los sacerdotes, ayer mismo estuvo aquí. Es una persona sencilla que siempre está disponible para servir a los demás", dijo.

El padre Robert Lapointe, responsable de los sacerdotes de la residencia Angus, afirmó que los sacerdotes esperaban con impaciencia las visitas de Vázquez. 

"Es una señora muy alegre que contagia alegría a su alrededor con su jovialidad y buen humor", dijo Lapointe. "Me gusta su disponibilidad, su amplitud de miras y su sentido del humor", apuntó. 

Según Lapointe, la hermana desempeña un papel importante acompañando a los sacerdotes en sus momentos más frágiles, sobre todo al final de su vida. 

"Hay sacerdotes que se están muriendo aquí", dijo y añadió: "Anteayer falleció un sacerdote, y la hermana Natalia estuvo aquí, rezando junto a su cama".

"La Iglesia necesita eso, y más gente que visite a los sacerdotes que están enfermos. Cuando la gente les visita, les hace bien", aseveró.

Los voluntarios son un aspecto valioso de este ministerio, explicó Vázquez, y añadió que los sacerdotes se benefician de una visita amistosa en la comodidad de su hogar o cuando están hospitalizados. Ellos también ayudan con el traslado de las pertenencias de los sacerdotes, la limpieza, la compra y el acompañamiento a las citas médicas. Sus contribuciones pueden variar desde celebrar los cumpleaños de los sacerdotes hasta tareas administrativas como ocuparse de los impuestos.

Los voluntarios pueden ser de cualquier edad o profesión, pero deben pasar un control de antecedentes y participar en un curso de la arquidiócesis para prevenir abusos. En algunos casos, familias enteras se implican para cuidar de un sacerdote necesitado.

El arzobispo de Montreal, Christian Lépine, reconoce que el carisma y la formación académica de Vázquez encajan con las necesidades de los sacerdotes de la diócesis, así como con la necesidad de trabajo voluntario. El enfoque de la hermana, dijo el arzobispo, permite que toda la Iglesia trabaje unida en el servicio de unos a otros.

Hna. Natalia Vázquez con dos voluntarios delante de la Residencia De La Salle para personas mayores en Sainte-Dorothée, Quebec. (Foto: cortesía Hna. Natalia Vázquez)

Hna. Natalia Vázquez con dos voluntarios delante de la Residencia De La Salle para personas mayores en Sainte-Dorothée, Quebec. (Foto: cortesía Hna. Natalia Vázquez)

"El enfoque de la hermana Natalia es muy original", dijo Lépine a GSR. "La idea del proyecto de la hermana Natalia no es esperar a que alguien diga que necesita ayuda, sino adelantarse y preguntar cómo van las cosas, y no hacerlo sola, sino hacerlo juntos como Iglesia. Es toda la Iglesia la que apoya a sus sacerdotes y los acompaña", agregó.

El arzobispo profundizó en la idea de que todos se necesitan, los unos a los otros, y que el ministerio de Vázquez para los sacerdotes tiene una dimensión eclesial, ya que permite la atención ofrecida a los miembros de la Iglesia por otros miembros de ella misma. 

"Lo que me parece hermoso de este proyecto es la complementariedad de las vocaciones, porque es una persona de vida consagrada la que está llamada a responder a la necesidad de acompañamiento de los sacerdotes", dijo Lépine, quien añadió: "Pero lo hace permitiendo que la Iglesia la acompañe, ya que los voluntarios son laicos u otras religiosas. Su grupo de voluntarios está formado también por vocaciones diversas".

"Por último, al estar al servicio del acompañamiento de los sacerdotes, permite a los sacerdotes estar también al servicio de otras vocaciones. Estamos aquí para servirnos unos a otros. Es lo que dijo Jesús en la última escena del lavatorio de pies a sus discípulos: hacer lo que él hizo, los unos por los otros. Es muy eclesial estar al servicio de los sacerdotes", recalcó. 

El arzobispo confirmó la necesidad y la repercusión del ministerio de Vázquez, ya que los sacerdotes suelen vivir más años y no llegan a jubilarse. Algunos viven hasta los 80, 90 o incluso 100 años y cada vez necesitan más ayuda.

De izquierda a derecha: Monseñor Christian Lépine, arzobispo de Montreal, Hna. Natalia Vázquez y padre François Charette. (Foto: Joanna Kozakiewicz)

De izquierda a derecha: Monseñor Christian Lépine, arzobispo de Montreal, Hna. Natalia Vázquez y padre François Charette. (Foto: Joanna Kozakiewicz)

Para que los sacerdotes de la tercera edad sigan sirviendo, dijo Lépine, es importante beneficiarse del apoyo y el acompañamiento de los demás, y esto "da testimonio del amor de Dios que cuida de ellos".

Vázquez tiene muchos objetivos para el futuro de su ministerio, entre ellos crear un hogar dedicado a los sacerdotes jubilados. 

"Sueño con una casa donde los sacerdotes puedan descansar y confraternizar en un lugar tranquilo, cerca de un lago", dice. "Sé que hay comunidades religiosas que acogen a sacerdotes, pero a veces no hay plazas disponibles. Cuando se trata de sacerdotes de la diócesis, esta sería una forma concreta de apoyarlos", afirmó.

Vázquez pretende crear una lista de sacerdotes jubilados para saber exactamente dónde están y cuáles son sus necesidades. Otro objetivo es que los sacerdotes visiten a otros sacerdotes para aumentar la fraternidad entre ellos. 

Además, Vázquez sueña con un equipo de profesionales católicos especializados en psicología y derecho para ayudar a los sacerdotes en sus necesidades concretas.

"Sería estupendo crear un equipo de profesionales que pudieran ayudar de forma más concreta, sobre todo en psicología, porque hay muchos sacerdotes que sufren estrés. Si podemos conseguir profesionales católicos bien formados, sería ideal", dijo Vázquez a GSR.

La religiosa espera inspirar a más mujeres para que se unan a su llamada. "Ojalá otras jóvenes que tienen esta llamada a la vida religiosa y a ayudar a los sacerdotes se unieran a mí", dijo.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente en inglés el 4 de marzo de 2024. 

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