En medio de la escasez de alimentos, los apagones y las restricciones a la libertad en Cuba, las hermanas católicas y los sacerdotes permanecen firmes en su decisión de acompañar al pueblo en medio de la desesperanza y de denunciar las condiciones que atentan contra la dignidad humana. "Cuando el proyecto de muchos cubanos es irse, que la vida religiosa quiera permanecer es una profecía", manifiesta la Hna. Olimpia González, secretaria de la Conferencia Cubana de Religiosos.